1. Robin Williams:
El famoso actor y comediante Robin Williams falleció por suicidio en 2014. A pesar de su éxito profesional, luchó con la depresión, el estrés y un diagnóstico de demencia con cuerpos de Lewy, lo que contribuyó a su decisión.
Su caso subraya que el éxito externo no siempre refleja el estado interno de una persona y que las enfermedades mentales pueden afectar a cualquiera, independientemente de su estatus social o profesional.
2. Anthony Bourdain:
El chef, autor y presentador de televisión Anthony Bourdain se suicidó en 2018. Bourdain fue una figura influyente que habló abiertamente sobre su lucha con la soledad y las adicciones.
Su caso resalta cómo el sentido de la vida puede desvanecerse incluso en personas que parecen tener una vida plena y exitosa.
3. Kurt Cobain:
El líder de la banda Nirvana, Kurt Cobain, se suicidó en 1994. Cobain luchó con la depresión y la adicción, y su música reflejaba muchas de las emociones oscuras que experimentaba.
Cobain es un ejemplo de cómo la creatividad y el éxito en el arte no siempre protegen contra los sentimientos de desesperación y falta de sentido.
4. Virginia Woolf
La escritora británica Virginia Woolf, una de las figuras más influyentes de la literatura moderna, se suicidó en 1941. Woolf luchó con episodios de enfermedad mental a lo largo de su vida, incluyendo depresión severa.
Woolf es un ejemplo de cómo las luchas internas pueden ser devastadoras, incluso para aquellos con una vida intelectual y creativa rica.
5. Chester Bennington
El vocalista de Linkin Park, Chester Bennington, se suicidó en 2017. Bennington había hablado abiertamente sobre sus luchas con la depresión, la adicción y los abusos que sufrió en su niñez.
Bennington es un ejemplo de cómo los traumas del pasado pueden influir en la salud mental de una persona, a pesar de su éxito posterior.
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